Desde que yo aprendí a usar el teclado en aquella máquina de escribir alemana ha llovido bastante. Luego fueron llegando a nuestras vidas el ordenador, las páginas web y ahora en el argot periodístico se habla del social media o medios de comunicación sociales en nuestro idioma.
Indiscutiblemente el mundo actual necesita un periodismo renovado, al día. Las plataformas de comunicación «online», donde se crea un contenido mediante el uso de las tecnologías de la Web 2.0, permiten la edición, publicación y el intercambio de información. Esto se traduce en una mayor inmediatez y en una conexión permanente con los consumidores de noticias.
Es, me atrevería a decir vital, para el periodista del siglo XXI manejar las herramientas de social media. Recientes investigaciones demuestran que el cincuenta por ciento de los consumidores digitales recibe sus noticias de último momento a través de las redes sociales. Por consiguiente es importante que estemos presentes en esos espacios, exponiendo los temas con responsabilidad, transmitiendo mensajes que se alejen de la mentira o la desinformación.
La vieja máquina de escribir nos enseñó a usar todos los dedos sin mirar el teclado. Con esas mismas manos debemos ser capaces hoy de publicar un artículo en una web, un blog o un medio de prensa digital desde la credibilidad y el buen hacer periodístico.