Un nuevo concepto de gestión del talento se está incorporando a las empresas de comunicación. Ya no basta con contratar a profesionales sobradamente preparados que trabajen sin descanso, a un ritmo frenético y bajo una presión sin límites. Los tiempos han cambiado y las condiciones exigen un tratamiento distinto a como hasta ahora se consideraba a un buen periodista.

Hay mucho talento sin aprovechar, muchos profesionales que trabajan a la sombra de jefes que los han convertido en parte de su patrimonio personal, pero el verdadero patrimonio ya no reside en quién está en lo más alto de la jerarquía laboral, el verdadero patrimonio es el equipo, su excelencia y participación. En definitiva, se trata de crear sinergias que faciliten la consecución de las metas y fomentar un ambiente de trabajo que optimice el potencial de cada persona.

El sistema americano que se está implantando en los últimos años se centra en la búsqueda de colaboradores, compañeros, o asesores que se complementen entre sí para enriquecer los contenidos, la calidad y el resultado final de los proyectos. Con los niveles de desempleo que tenemos actualmente en España, buscar una salida viable y exitosa para los profesionales de nuestro sector no consiste en crear más medios de comunicación, consiste en crear nuevas ideas que cubran las necesidades de los clientes. Se trata, por tanto, de ofrecer nuestros conocimientos y nuestra experiencia para incrementar la visibilidad y la promoción estratégica de las empresas. El mundo de la comunicación ha cambiado de forma radical, ya no valen los macro proyectos efímeros con presupuestos desorbitados, ahora prima la seriedad, la efectividad y la calidad del trabajo. El cliente busca confianza y talento, y eso es lo que debemos ofrecer.

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