¿Cuántas veces hemos pospuesto una decisión importante?

¿Por qué demoramos sine die tantas metas que nos hemos planteado cumplir y que nunca llegamos a poner en marcha?

La postergación es un mal endémico de nuestra sociedad. Vivimos rodeados de prisas, las modas pasan sin que nos demos cuenta, los años pasan volando y, sin embargo, paralizamos nuestra mente ante decisiones que nos aportarán beneficios y nos ayudarán a aumentar nuestra autoestima.

Los seres humanos somos expertos en el autoengaño, sin que ello menoscabe nuestra sensibilidad o nuestra moral. Queremos ser los mejores, queremos superarnos cada día y nos empeñamos en conseguir el éxito pero a un precio bajo. La sociedad y el sistema nos han bloqueado la voluntad y nos han ido mermando nuestra capacidad de acción, justo lo que más necesitamos para avanzar y conseguir nuestro propósito.

Si algo te mueve a actuar, hazlo ya, no esperes a mañana. Empieza por un pasito sin pensar en el resultado. A veces no disfrutamos tanto de lo obtenido como de lo vivido durante el camino. La satisfacción de ir ganando en confianza al ver que los esfuerzos tienen su recompensa supone en sí misma el premio ansiado.

El movimiento se demuestra andando, sabia frase que podríamos aplicar a cualquier aspecto de la vida. Levantarse por la mañana, preparar el desayuno, conducir, comer, vestirse. Para cualquier acto hay que hacer un esfuerzo, sin acción no hay pasión. Decídete a desbloquear tus miedos y escribe desde que te levantes todo lo que quieres hacer en el día. Ve tachando todo aquello que vas haciendo y vuelve a escribir lo pendiente, así sabrás lo que postergas y tu mente lo irá asimilando como un fallo que debes solucionar.

Vale la pena experimentar la recompensa de ir quemando etapas y cumplir objetivos. Somos capaces de luchar por aquello que anhelamos, siempre y cuando nuestro deseo sea más fuerte que las presiones de la sociedad y las continuas amenazas que nos esperan afuera. Con voluntad y perseverancia no existen límites, por eso vale la pena comenzar desde un nuevo reto, fijarnos cada día tres objetivos que lograr y trabajar para conseguirlos. Solo hay que pensarlo, escribirlo, actuar y enorgullecerte por haberlo alcanzado.

Leer más