Yo, que elegí estudiar Ciencias Puras he terminado ejerciendo el Periodismo, el mejor oficio del mundo, en su momento más propicio. Ciertamente son buenos tiempos para ser periodista.

Como en algunos matrimonios del cine, a lo largo de estos veinte años de trayectoria he llegado a enamorarme cada día un poco más de esta profesión, algunas veces ingrata y desnaturalizada, pero apasionante siempre, también devaluada bajo la premisa ‘escribe de todo sin saber de nada’, o lo que es peor, ‘esto lo puede hacer cualquiera’.

Y en parte esto último es cierto hoy más que nunca, con la revolución digital y el surgimiento del periodismo participativo, donde los ciudadanos generan sus propios canales de distribución como el Blog, y donde los usuarios comparten con los medios las noticias que ocurren en su entorno a través de audios, fotos o vídeos.

Pero sepan todos que los periodistas seguimos siendo necesarios porque hacemos un servicio y un bien social, porque las máquinas, las que copian y pegan inventarios estériles, no tienen valores, ni capacidad de interpretar ni conocimiento.

Somos un instrumento de valor al servicio de los ciudadanos de a pie, y bajo esa consigna ayudamos a tomar mejores decisiones, impulsamos a empresas a afianzarse en los mercados, analizamos la sociedad fiscalizando el poder, y podemos contribuir a que los que saben más no se aprovechen de los que saben menos.

La Era de la Información social, local y móvil ha derribado las paredes de las redacciones, invitando a versionar nuestro trabajo hacia los nuevos caminos que tienen Internet como espacio principal de desarrollo y el flujo constante de contenidos. Y una de nuestras cualidades, la versatilidad, nos ha permitido ajustarnos a estas circunstancias tan cambiantes y ocupar posiciones de prestigio en el extenso y plural mundo laboral a través de nuestros servicios profesionales. Ahora estamos volcados en concienciar a las empresas de que su activo intangible más importante es la comunicación, que una buena comunicación marca la diferencia, pero hay que planificarla, diseñar estrategia, crear marca…

Somos curiosos, realistas, críticos, reflexivos, actuales, rigurosos, dispuestos, concienzudos, éticos, optimistas, profesionales… y NECESARIOS en todos los ámbitos. Ya sea para la red o para el papel, aquí seguiremos con un periodismo cada vez más creativo, destilando tinta de colores que aliente ilusiones.

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