En Estados Unidos el 80 por ciento de las empresas más exitosas tienen en su estructura un departamento dedicado única y exclusivamente a realizar tareas de Coaching en todas las áreas, incluidas las directivas. Hace veinte años que descubrieron el secreto de utilizar la base del pensamiento consciente y productivo y la responsabilidad personal para poner en marcha un sistema donde los trabajadores de la empresa constituían el valor fundamental de su éxito. Todos y cada uno de los departamentos tenían la llave en su mano para ser los valedores de la filosofía, la misión, la visión y los objetivos de la empresa.

En el Coaching desaparecen las estructuras cerradas, donde la jerarquía obligaba a centralizar todas las decisiones, las estrategias y los proyectos en unos pocos, mientras la gran mayoría solo ejecutaba, sin mayor implicación que cumplir un horario y no meterse en muchos problemas.

Por el momento la batalla de los ERE va ganando por goleada la desintegración y desvertebración de las empresas. Plantillas desmotivadas, personal resentido por decisiones impuestas sin previo aviso. Políticas de ordeno y mando que caen como jarros de agua fría sobre personas que sienten y experimentan todo tipo de respuestas ante hechos que invaden en muchos aspectos su dignidad como trabajadores, amén de como personas.

El COACHING es un modelo resolutivo que implica de igual manera a directivos, jefes de departamento, técnicos o administrativos. El planteamiento es global, multidisciplinar y equilibrado. Todos juegan un papel, todos tienen una misión, y entre todos se propicia el diálogo, la comunicación, el feed-back y la empatía personal. No hay nada como saber exactamente lo que me piden si me lo dicen directamente y de forma positiva. El refuerzo positivo lidera los mejores resultados en las plantillas.

Por ello, la motivación se convierte en el primer síntoma de mejora laboral, y la responsabilidad consciente que se le transmite a cada trabajador le integra de tal manera en el staff que los resultados se convierten en un reto personal y no en un mero ejercicio de productividad. La recompensa es un factor adicional a introducir en la empresa. Los trabajadores ya no quieren pluses de productividad, no desean ganar sueldos astronómicos, muy al contrario de lo que muchos piensa, prefieren el reconocimiento certero, la palabra amable, la compensación de su esfuerzo de forma tácita y palplable.

La incorporación de un asesor Coach en el entorno laboral aumenta las posibilidades de crear sinergias entre todos los departamentos. La evolución convierte en desafío lo que ahora es amenaza, y transforma en fortalezas lo que consideramos simples debilidades. El Coaching es la sabia de toda empresa, es el pilar sobre el que se mantiene en forma la vitalidad, la seguridad y garantía del éxito.

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